lunes, 12 de noviembre de 2007

Problemática de la Reserva :

- Incendios forestales en época de verano (enero y febrero).- Crecientes y avalanchas (abril y septiembre).- Inestabilidad de los suelos.- Afectación de zonas de recarga de acuíferos (formación Guadalupe), por la deforestación en la reserva.- Disminución o pérdida de caudales por deforestación e invasión de las zonas de ronda.

- 8.938 hectáreas de vegetación nativa de particulares que requiere ser protegida.- 2.489 hectáreas de plantaciones forestales de especies no nativas (pino pátula, eucalipto, acacias y ciprés).

- 1.778 hectáreas de cultivos y pastizales, incompatibles con la reserva.

-No existe un inventario específico de flora, estado de mamíferos, reptiles, anfibios e insectos en la reserva, aunque se identificó la presencia de especies de aves amenazadas.

- 46 áreas afectadas por la minería requieren ser restauradas.- Viviendas ubicadas en zonas de alto riesgo como zonas de canteras abandonadas.- No existe claridad acerca del alcance de las precisiones cartográficas que se plantean en la Resolución 463 de 2005 para definir asentamientos humanos que puedan considerarse como parte de la zona de reserva.

- Presencia de 245 torres y antenas de telecomunicación dentro de la reserva.

- Fueron abiertos cuatro caminos reales dentro del área de reserva, que deben ser protegidos como parte del patrimonio cultural: Camino al Meta, camino del Indio, camino a Monserrate, y camino a Choachí.

Según el Ministerio de Ambiente, en las 14.170 hectáreas de la reserva, existen ecosistemas de subpáramo y un cordón de páramos que significa el 18,3 por ciento del área total y en franjas de bosque altoandino existe el 11,7 por ciento del área.

Según el Contralor Distrital, del total del área de los cerros, el 45 por ciento son áreas del Estado, el 55 por ciento privadas (de estas el 12 por ciento son de bosques nativos en predios particulares); hay cinco veredas en las que habitan familias campesinas y 78 barrios legalizados, la mayoría de ellos en 30 conjuntos residenciales con un total de 90.000 habitantes.
Los cerros, explica el Minambiente, son el regulador del acuífero y del clima de la sabana, y contribuyen a la depuración del aire que se respira en la región. También inciden en la protección de los suelos y estabilización del terreno.

PROBLEMAS:

1. Los problemas de los cerros orientales se han extendido también hacia el sur de la ciudad donde los barrios sin planeación urbana han ocupado territorios de la reserva.
2. Las canteras, ubicadas en su mayoría, en el norte de la ciudad, han causado problemas ambientales y de desestabilización del suelo, y han incidido en la creación de asentamientos ilegales.

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